Necesitamos santos diferentes, santos con minúscula, de los de a pie, como el Padre Arrupe, que nos transmitan la esencia del Amor con mayúsculas.
Al cumplirse veinte años de su fallecimiento, tienen hoy más vigencia que nunca sus palabras: ¡Enamórate de Dios!
Para algunos, una figura controvertida, dentro de
En cierta ocasión, un periodista le preguntó, cómo podía encontrar tiempo para la oración, con la vida tan ajetreada que llevaba: “Es cuestión de prioridades” contestó. Toda nuestra vida es una cuestión de prioridades, de cosas que aceptamos o rechazamos para lograr lo que buscamos.
A veces, perdemos de vista cuáles son esas prioridades, qué es lo más importante y de qué podemos prescindir.
Nos sobran muchas cosas pero nos falta darnos cuenta de ello; hay pocas cosas imprescindibles: ver salir el sol por la mañana, el beso de mis hijos, el cariño de la gente cercana, la sonrisa de un niño o el abrazo de una abuela.
Estoy segura de que, con esto y poco más, podemos continuar nuestro camino.
Miremos el lado bueno del mundo, es mucho mayor que el malo, aunque haga menos ruido.