lunes, 14 de noviembre de 2011

NECROLOGICAS

Madre MERCEDES AIZPURU LIZARZA

(San Sebastián 2-11-1928)

(Encargada de las AA. AA. En San Sebastián).

En 1948 ingresa en la Compañía de María, en el noviciado de San Sebastián.

Desde muy joven, después de hacer sus votos fue destinada a La Coruña como profesora y después a San Fernando en Cádiz. En seguida, en el año 58, fue enviada a la misión que la Compañía había fundado hacía poco tiempo en el Congo, donde realizó diferentes servicios de responsabilidad hasta que en los años 67/69, finalizado el Concilio fue llamada a formar parte de la Comisión que organizó el Capítulo especial en el que se dieron las orientaciones para la puesta en marcha en la Compañía de la renovación marcada por el Concilio.

A partir de entonces y costándole mucho dejar la misión del Congo, queda en Roma, realiza los estudios de Misionología en la Gregoriana y realiza los servicios de Informadora, Archivera y un poco más adelante Secretaria General, oficio que ejercerá durante 12 años. Fueron años de poner en marcha los archivos siguiendo normas universales de archivística que ella, con su capacidad de organización y sentido de la responsabilidad en el ejercicio de todo lo que se le encomendaba, trató de llevar con gran profesionalidad, participando en cursos, congresos etc. sobre la materia.

Tenía mucha facilidad para las lenguas; esto, unido a su gran tenacidad para lograr los objetivos que se proponía, le llevaron a dominar tanto el italiano como el francés de manera que llegó a ser una excelente traductora, muy valorada no sólo en la Compañía, sino también en otras Congregaciones y en la iglesia, para la traducción simultánea en Capítulos y reuniones internacionales.

También se le encomendó la misión de acompañar a las ex Alumnas del colegio a las que se entregó, como en todas las cosas que se le encomendaban, con todas sus capacidades.

La comunidad y todo el personal de esta casa de Irún la han acompañado con gran cariño y ha sido quizás en los últimos días en el hospital cuando Mercedes ha hecho más de ésta, su “deseada casa”.

(Extracto de la nota necrológica leída en su funeral)

NECROLOGICAS



Madre FILOMENA ROJO

(Medina del Campo 2-1-1924)

Hay vidas sencillas pero fecundas. Espigas humildemente dobladas para ocultar el peso de su cosecha. Tonos suaves, pero brillantes y radiantes de color. Así fue la vida de Filo: humilde, delicada, como haciendo un esfuerzo para pasar desapercibida.

Caían en mis manos, precisamente ayer, unos versos del Poeta José Luís Hidalgo, como escritos para ella:

“Me ha calentado el sol ya tantos años,

Que pienso que mi entraña está madura”

Y, así la vio el Señor, ayer, festividad de la virgen de la Merced.

Has de bajar, Señor, para arrancarme

Con tus manos inmensas y desnudas”, …. Sigue el poeta

87 años cumplidos al comienzo de este mismo año, encierran mucha historia, muchos valores, mucho caudal de virtud. Su entraña estaba madura…

Madura por su vida de entrega, madura, también por el dolor de su enfermedad. Filo, le dije uno de los días en el clínico, pedimos mucho por ti y con voz tenue pero firme me contestó “¡Falta me hace!”

Ha dejado entre nosotras, entre sus hermanos y familiares y entre tantas personas a las que se entregaba por completo, un vacío, un hueco, pero, un vacío lleno, un hueco que irradia luz.

De extraordinaria inteligencia, preparaba sus clases a la perfección: ¿quién no la ha visto con sus minerales, semillas, moluscos…, catalogando minuciosamente cada uno de ellos?

Sin embargo no tenía empacho en contestar a sus alumnos con naturalidad ante cualquier pregunta: “no sé, lo consultaré y te contestaré mañana”.

Su labor con los grupos de antiguas alumnas, parroquia de la Magdalena, su dedicación a la FISC, era para todos una riqueza de espiritualidad, formación y creatividad.

El sueño de Dios sobre ella estaba “pleno y dorado

A nuestros ojos “se ha apagado su luz entre los vivos”, como sigue diciendo el poeta pero su luz brilla ya en el seno del mismo Dios.

Consuelo Egido o.d.n.

De su Comunidad en Juan Mambrilla, Valladolid

NECROLOGICAS


Una Profesora Inolvidable

Queridas compañeras: Me hubiera gustado redactar esta semblanza de la Madre Peral en vuestra compañía pero como no es posible echamos a volar la memoria hacia “aquellos tiempos” y expresamos en estas líneas nuestro homenaje familiar y cariñoso.

Recordaréis que a sus espaldas la llamábamos “Peraluca” y “la Peru”. Nombres cargados de afecto y admiración hacia una profesora tan sabia y tan discreta. También había otra versión:”la Mamsangeles”.

Como nació en México, aunque se consideraba muy española, la tirábamos de la lengua sobre el tema. ¿Recordáis cuando se nos ocurrió preguntarla sobre los descendientes de Cristóbal Colón? ¡Cómo nos sorprendió con su rápida respuesta!” Los Duques de Veragua” Y nosotras que íbamos de pescamaestras...

En su clase semanal de urbanidad se tocaban todos los puntos: el saludo, los modales en la mesa...había quien se guardaba las espinas del pescado en la boca -por no sacarlas delante de ella- y cuando nuestra Mamsangeles giraba hacia otras mesas nuestra compañera “descargaba” la mercancía en una “esquinita” del plato. También era tema de la clase la redacción de tarjetas, cartas, escribir correctamente un sobre…

Y su enseñanza no quedaba en el aula sino que toda su persona emanaba respeto, observación, tacto pedagógico, agudeza psicológica, piedad, hondura, humildad...

Su mente privilegiada podía desplegarse bien en las atinadas clases de contabilidad, bien en despertar el gusto por la expresión hablada o escrita, por el disfrute literario, por la sensibilidad hacia la pintura. Cuando fuimos a Roma para la canonización de “Nuestra Beata Madre” fue la Madre Peral quien nos dio “unas pinceladas” sobre la Capilla Sixtina así que cuando Don Francisco Pajares, representante del Obispo en la Peregrinación nos vio ante el Laocoonte observado con ojos ilustrados nos dijo:”Veo que venís preparadas”. “Sí, dijimos, nos ha preparado la Madre Peral en clase de historia”.

También fue un tiempo procuradora del colegio ¿Recordáis la oficinita donde vendía gomas, cuadernos y demás útiles? Cuando vengáis por aquí nos sacamos una foto junto a la puerta. Todavía está el ventanillo...

No levantaba la voz pero sus explicaciones creaban una atención de elevado voltaje. ¿Nunca olvidaremos cómo a la señal de la campana cortaba la frase o...¡hasta la palabra! Expresión práctica de una puntualidad plena de respeto hacia la lección del turno siguiente.

A lo largo de sus 98 años hemos sido muchas las personas que nos hemos enriquecido gracias a su personalidad. Recordamos a algunas compañeras con algún problema de aprendizaje. La Madre Peral sacaba recursos sorprendentes para paliar las deficiencias. Ya jubilada, cuando la visitábamos en la enfermería su talante sereno, su alegría y su humor agudo hacían las delicias de todos.

Sabemos que nos sigues ayudando a vivir con la fuerza suave de la confianza en las manos de Dios Padre que maternalmente vela nuestros pasos.

GRACIAS Madre Peral, “Peraluca”, Mamsangeles.

Emma Diez de Celis y compañeras.

A mi Gran Maestra y mi Gran Amiga

Guárdame un sitio

al lado del Gran Dios

que me enseñaste a amar.

El que siempre perdona

y vuelve a perdonar,

yo nunca olvidaré

lo que tú me advertiste.

Tú vida terrenal

se apagó suavemente,

como una candelita,

y se encendió, en el cielo,

una gran nueva estrella

que guía dulcemente

nuestro oscuro camino

hacia la Eternidad

Con toda mi admiración y profundo cariño

Laura Diez de Celis