martes, 4 de septiembre de 2012

El encuentro del verano


Hace años, algunas antiguas alumnas del Colegio de Santander que vivían fuera y pasaban el verano aquí, decidieron celebrar un encuentro estival, para mantenerse en contacto, comiendo juntas. La idea fue calando en años siguientes, incrementándose el encuentro con ex alumnas residentes en Santander y de otros colegios de la Compañía de María. El pasado 22 de agosto, celebramos el encuentro anual de verano. Tuvo lugar en el Gran Casino. En esta ocasión, contamos con la asistencia de Beni Prat, religiosa de la Cía de María recién llegada de Albania, que nos resumió su experiencia en ese país y la obra que está realizando la Cía de María con la ayuda del FISC entre otras.
Una antigua alumna regaló tres preciosos muñecos, vestidos por ella, para ser sorteados entre las asistentes. Los fondos obtenidos se destinaron a la misión de Albania.
Fue una velada muy participativa y lo pasamos muy bien.
En la sección de Fotos, a la derecha, aparecen instantáneas de la celebración.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Volvemos al cole

Volvemos al cole. Cada uno, a nuestro “cole” particular: a las obligaciones y horarios que, durante el verano, dejamos un poco de lado.

Vuelve, también, a llenarse de vida el colegio de la calle Vía Cornelia. Niños y niñas que estrenan uniformes, mochilas y carpetas. Se oyen gritos y risas a la hora del recreo, llenos los patios de la algarabía de tanta gente menuda, después de tres meses de “bendito” silencio.

Pero, este año, falta gente en el comienzo de curso, porque nos faltan Sabina y Jose, que fallecieron este verano. El cole está un poco vacío sin ellos, que tantos años dedicaron a los que pasamos por sus aulas. Desde este blog queremos dedicarles nuestro pequeño recuerdo, nuestro agradecimiento por tantos años de trabajo bien hecho y, a través de ellos, reconocer el trabajo de todos los profesores que nos han acompañado durante tantos años, más de 150 años de vida del colegio. A aquellos que entendieron que ser maestro no es limitarse a dar clases, es acompañar a una personita en el difícil camino de descubrir el mundo.

Seguro que todos recordáis quién os enseñó a leer o quién os abrió los ojos a esos números que formaban números más grandes. Quién nos enseñó que el mundo llegaba más allá de Cuatro Caminos. Quién juntó nuestras manos la primera vez que rezamos. Seguro que si cerráis los ojos podéis ver nítidamente a cada una de esas personas, aunque hayan pasado 50 años. Porque todos ellos han marcado nuestras vidas: llevamos en nosotros un poquito de cada uno de ellos.