A
finales del mes de Enero, falleció la más “antigua” de los miembros de nuestra
asociación: Josefina González Guarino. En todos los que la conocimos, deja un hueco muy
difícil de llenar, aunque son tantos los recuerdos felices que nos ayudan a
recordarla con una sonrisa…
A
todos los que compartimos con ella parte de nuestra vida, nos dejó un hermoso
legado: la forma de vivir el amor. Su forma de hacer que todo el que se
acercase a ella se sintiera querido. Nos
enseñó, no de palabra sino con su ejemplo, que el amor puede crecer con cada
nuevo miembro de la familia, que no se va agotando, que se multiplica. Que el
amor no depende del momento, ni de las circunstancias, que es incondicional
porque si no, no es amor. Aprendimos que el amor se compone de pequeños gestos:
un abrazo al llegar, un beso al irse, una llamada de teléfono por tu cumpleaños
o para felicitarte por las notas de los niños. A cada cual su lugar, su
importancia, desde el mayor al más pequeño. Siempre feliz de ver a su familia
reunida, hasta el último momento, repartiendo cariño y sonrisas.
Hija
de una antigua alumna del colegio, quiso que también sus hijas fueran parte
de esta gran familia que formamos los que hemos pasado por las aulas del
colegio de “La Enseñanza”. Después fuimos sus nietas. Compartimos con ella tantas tardes de
chocolate con churros en Navidad y de rifas, con Pilar Zamanillo cantando los
números, en las que nos cedía la papeleta premiada, para que pudiéramos escoger
en la mesa de los regalos. Volver corriendo con el premio para enseñárselo,
para compartir la alegría, formaba parte del ritual de la rifa. Y ella siempre
se alegraba, aunque el premio no fuera gran cosa.
Esa misma alegría que la acompañó durante su
vida, queremos que sea el hermoso recuerdo que guardamos de ella los que la
conocimos. Y es, también, lo que queremos compartir con todos vosotros.
