Y puesto que estamos recordando orígenes, las fiestas de Navidad, o Natividad del Señor, tienen su origen en la conmemoración del nacimiento de Jesús en el portal de Belén.
Con el tiempo, se ha ido cambiando y en algunos casos, sustituyendo por la fiesta de Papá Noël (noël = navidad, en francés), Santa Claus o San Nicolás, que está tomada de los países de nuestro entorno.
En Holanda los regalos a los niños los trae San Nicolás. Por cierto, según la tradición, viene en un barco desde España. En Alemania, el 6 de diciembre (Heilige Nikolaus) trae juguetes, naranjas, frutos secos... a los niños de la familia y da buenos consejos para todos. Y así más países de
A América del Norte, meta de infinidad de inmigrantes europeos, éstos se llevaron sus tradiciones con todo el cariño y la añoranza de sus corazones"
A partir de ahí, entra lo que podíamos llamar “La globalización de las ventas”. He aquí la receta:
“Tómese la celebración de algunos países europeos”
“Una vez tenga entre sus manos ese montón de tradiciones agítelas a barullo, láncelas a los escaparates y adorne con espumillón, papel de oro o plata (al gusto) en espera de clientes”
"¡Ah! no olvide añadir fondo musical de patinaje sobre hielo".
Lo de visitar el taller de Santa Claus en Rovaniemi, en Laponia, ponerle trepando terrazas, canalones, etc. es un negocio del comercio con una fórmula híbrida de mucha argucia
Es bonita la universalidad de las fiestas pero es un pastelón cuando las cosas se mezclan sin saber por qué, ni de dónde, ni desde cuándo.
Como todos los años, éste también celebraremos la Merienda Solidaria de Navidad. El domingo día 27 de diciembre, a las seis y media. Os esperamos.