lunes, 4 de julio de 2011

FOTOS DE LA XIV PEREGRINACION A BURDEOS

En el margen derecho aparecen algunas de las fotos. Más abajo, en el apartado FOTOS, se pueden ver y descargar.

GRACIAS SANTA JUANA























Todo lo bueno se acaba y ya estamos de vuelta en Santander. Pero, aún nos quedaban lugares de la vida de Santa Juana por conocer, así que, después de la sartenada mañanera y el desayuno con pan recién comprado, nos subimos en el autobús y ¡rumbo a Landirás!
Pero, antes, hicimos una parada en Pessac para asistir a misa. Fue una ceremonia muy emocionante porque toda la comunidad parroquial participa de la celebración. La verdad es que nos resultó muy curioso, ya que en España nos sentamos en los bancos y escuchamos, como si la misa fuera sólo responsabilidad del sacerdote. Somos una comunidad y en Pessac nos demostraron que todos y cada uno de los que acudimos a la celebración formamos parte de ella, a través de los cantos, las lecturas, las peticiones…El sacerdote era conocido de la Compañía de María y nos invitó a participar, haciendo las lecturas en español. Pilar Mesones fue nuestra digna representante en esta tarea. Y los cantos ¡ah, cómo cantaban los feligreses de Pessac!
Llegamos a Landirás, con un calor aplastante, y nos estaban esperando en el chalet con un aperitivo fresquito. Desde aquí queremos reiterar nuestro agradecimiento a la hermana Jeanine y a la hermana Marie-Thèrese que se han preocupado de que todo estuviera a punto durante este viaje. ¡Merci et à bientôt! Compartimos la comida en el jardín, un lugar maravilloso, como una casita de muñecas, donde disfrutamos de una agradable sobremesa antes de visitar la iglesia de Landirás, donde Santa Juana acudía con su esposo e hijos a misa. Allí están enterrados Gastón de Monferrant y su hijo, tras cuyas muertes Santa Juana decidió dedicarse a la vida religiosa. Aunque la iglesia estaba en obras y no pudimos ver la imagen de Santa Juana, tuvimos un rato de reflexión a cargo de Pepe, Marina y Emma, que concluyó con el canto del himno a Santa Juana.
Acabada la peregrinación, volvemos a casa, contagiados con el espíritu de una mujer valiente y convencida: Juana de Lestonnac. No sólo lo hemos adquirido visitando los lugares en los que vivió, sino con el ejemplo constante de amor, entrega y paciencia de las que no han querido que se apague la llama y nos la transmiten día a día, sin importar el cansancio o las preocupaciones cotidianas, las religiosas de la eterna sonrisa y el ánimo renovado: Emma y Marina, sin las que todo esto no sería posible. Emma dijo que debemos dar gracias a Dios por habernos regalado a Santa Juana, nosotros debemos dar gracias porque las haya puesto en nuestras vidas. Que Dios os bendiga y os dé fuerzas para acompañarnos muchos años.