San Ignacio de Loyola, en su rica experiencia de impartir los
Ejercicios, descubrió la gran variedad de personas que se acercaban y advirtió,
en la anotación número 18 de su manuscrito: "Se han de aplicar los Ejercicios según la disposición de las personas que
quieren tomarlos, a saber, según su edad, ambiente cultural, nivel
intelectual... no se dé más allá de lo que cada persona pueda asimilar..."
De ahí lo de “adaptados”.
Estuvimos
reunidos los días 22, 23 y 24, en régimen abierto, siguiendo las pautas de los Ejercicios
Espirituales de San Ignacio: “… todo modo
de preparar y disponer el ánima para quitar de sí todas las afecciones desordenadas
y, después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad divina en la
disposición de su vida para la salud del ánima, se llaman ejercicios
espirituales” (anotación nº 2)
.
Nos asesoró
y dirigió la M. Emma, o.d.n. y con ella estuvimos reflexionando, orando y
compartiendo la Fé recibida, comparando diferencias entre nuestro estilo de
vida y nuestro estado de vida y en qué forma nos acerca todo ello al proyecto
que Dios tiene para cada uno de nosotros.
En la
sección Fotos, a la derecha de esta página, aparecen publicadas algunas fotos de
los asistentes.
