lunes, 21 de noviembre de 2011

Compartir la Luz


Hu-Song, filosofo de China, contó a sus discípulos la siguiente historia.
Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada . Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña vela. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia vela y así compartiendo la llama con todos la caverna se iluminó.
Uno de los discípulos preguntó a Hu-Song:
- ¿Qué nos enseña este relato, maestro?
Y Hu-Song contestó:
- Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo.
- Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer.
- El compartir nos enriquece en lugar de hacernos mas pobres
- Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir
- Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado. La verdadera amistad es flor que se siembra con honestidad, se riega con afecto y crece a la luz de la comprensión. De igual modo si iluminas tu corazón con amor, puede que ilumines a otro corazón, así se pueden llegar iluminar a miles de corazones con amor.


La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido

1 comentario:

  1. Compartir la luz, la alegría, la ilusión y, sobre todo, el amor lo multiplica por mil. Cuando yo esperaba a mi segundo hijo, me planteaba si podría quererle como al primero. Pensaba que no podía sentir un amor tan grande. Cuando nació, la primera vez que le tuve en mis brazos, entendí que el amor no se divide, que siempre hay amor disponible para todos los que lleguen. Supe, en ese momento, que el amor profundo nunca se gasta, sin saber cómo ni porqué, se regenera.

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