Las antiguas Alumnas del cole, celebramos el 16 de mayo la
fiesta de Sta. Juana.
Un día especial…
Especial porque se recordaba y homenajeaba a “la antigua más
antigua”, Josefina González que nos dejo en enero a los 104 años.
Recuerdo también para Pilar Rivas, madre de antiguas alumnas
y de una monja de nuestra Compañía de María
Otra de las antiguas fallecidas fue víctima de un fatal
accidente de tráfico y otra antigua colegiala nos dejó también este mismo año.
La Madre Emma, tan generosa como siempre y tan de COMPARTIR,
quiso ceder su “Pupitre de Oro”, distinción a ella concedida por su labor
durante muchos años, para que a modo de homenaje, fuera impuesto a estas
cuatro mujeres en señal de
reconocimiento a su vida con el espíritu de la Compañía de María.
Un bisnieto, una hija y amigas de nuestras colegialas
homenajeadas, impusieron la insignia en un lazo anudado al Cirio Pascual,
siendo un acto cargado de simbolismo y cariño.
La misa concluyó con el canto del himno de Sta. Juana
mientras venerábamos la reliquia de nuestra Madre fundadora.
Tras la misa, bajamos al salón de actos donde Yolanda nos
contó su dura experiencia como voluntaria en una región perdida del norte de
Argentina, donde con lo poco que tienen consiguen ser felices y salir adelante.
Un testimonio precioso y enriquecedor, de
esos “para pensar”. Al finalizar, Mª José Ganzo, nuestra presidenta, también
impuso el pupitre de oro a esta gran voluntaria y colaboradora con la compañía
de María.
Para terminar nuestro encuentro pasamos a la sala de juntas
donde compartimos un vino español acompañado de una animada charla entre todos
nosotros.
La verdad es que siento mucho no haber podido ir a un acto tan emotivo y lleno de cariño por las que nos han dejado. Emma, con su generosidad, nos recuerda que todos somos importantes dentro de esta gran familia de los que hemos pasado por el cole y que todos, en mayor o menor medida, somos parte de ese premio.Gracias por tantos años de dedicación y de ejemplo, Emma.
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